martes, 10 de enero de 2017

La Nota de Pajarito... Un Cordero Preguntón



UN CORDERO PREGUNTON

Un cordero no sabe que los pastores lo consideran como tal, él simplemente transcurre sus días en el rebaño, oculto en la manada. Parece ser feliz en su ignorancia, no darse cuenta que ha renunciado a la naturaleza, a su esencia, que ha vendido su enjundia a cambio de la “seguridad” que el pastor le provee. Pasó de ser un animal que lucha por su especie a la mansedumbre proporcionada por la facilidad de mirar y encontrar a su pastor, su guía;  pero también su verdugo. El cordero intuye que su cómoda vida le ocasionará la menor cantidad de bajas posibles, solamente las que sean necesarias, entonces entregará sumiso sus dones, morirá cuando el pastor lo necesite, cuando lo desee.

¿Sómos en una sociedad de corderos? Se interroga

 Corderos son todos aquellos inocentes animalitos que transitan una vida cómoda. ¿les imponen una determinada forma de vivir? Y si es así, ¿se dan cuenta de ello? y al advertirlo, ¿actúan para revertirlo?.  Entonces, ¿cómo deberían hacerlo?

Ahora bien, si les imponen algo,  quiénes son los que determinan esa forma  de vivir?. Les ofrecen  un mundo reglamentado por pocos con sus leyes, sus valores y su forma de ver la vida.  Y los pastores  cumplen. Guían al ganado para  sobrealimentarlo (hiper consumo),  vivir pasivamente (sin molestar) en el corral (encerrados) sin reflexionar sobre la existencia y reproduciéndose masivamente hasta  el día del sacrificio. Darán la carne, el cuero, las viceras (diversas formas modernas de explotación).

 Para cumplir este mandato social-cultural el pastor utilizará ese terror ancestral del cordero al lobo (religión, educación, moral social), lo mantendrá bajo su manipulación y su tutela conveniente y taimada. La imagen del lobo al acecho, tan necesaria para que se mantenga sumiso. (EL PODER, RELIGIONES, CONSUMISMO)

               El corderos se pregunta: ¿Soy  feliz?, quizás esa “felicidad” esté conformada por la  tranquilidad que les proporciona cumplir con los valores impuestos. (consumismo)

¿Cómo  identificar a los pastores?

  Maestros, sacerdotes, políticos, instituciones burguesas, en tanto y en cuanto cumplen esas leyes. Vigilar y controlar al rebaño les proporcionará satisfacción al aplicar con rigurosidad la norma para algún cordero “descarriado”. Viven la ilusión de que son “ellos” , los pastores, los que mandan.

Pero, los que Crean  las reglas, son los que mandan de verdad. Son los más fuertes, los que tienen el poder real.

Y si son los más fuertes y poderosos, ¡son los lobos! - deduce el cordero.

 Y piensa: ellos sí que gobiernan verdaderamente, imponen entre bambalinas todo lo que sucede en el mundo. Pero tienen una debilidad latente, inadvertida por ahora por el rebaño y los pastores: la posibilidad que en algún momento por alguna circunstancia los dominados tomen conciencia de su esclava y sumisa situación y exploten rebelándose contra todo ese orden establecido por la fuerza, a través de toda la historia

   ¿Quién o quiénes dominan el mundo actual? ¿Los lobos o los pastores?

  Al  mundo lo organizan y dominan los lobos. Si, los lobos  BANCOS Y/O ENTIDADES lobo FINANCIERAS MULTINACIONALES. O SEA EL PODER REAL EN EL MUNDO  lobo CAPITALISTA, asociados a los lobos de la OLIGARQUIA MEDIATICA.

Estos organizan la sociedad de tal manera que todo debe confluir en sus arcas, que los dineros de las economías, o sea todo el circulante depende y debe terminar de alguna forma en las cuentas de dichos  lobos bancos. Esos lobos se sostienen sobre un sistema propagandístico desplegado por los medios de comunicación masivo, sumado a través de las redes sociales - INTERNET y sus brazos accesorios como la computadoras, teléfonos móviles y extensión de la industria del entretenimiento -.  Un paso hacia adelante para el mundo de corderos, que existe porque sirve directamente a los negocios de los lobos.

Desde este PARADIGMA “los que mandan” organizan la sociedad lobo de consumo de forma tal que todos se crean libres sin ser libres, tomar decisiones sin decidir nada, y  elegir una vida sin darse cuenta que sólo optan lo que les ofrecen.

Porque para el lobo capital y la propiedad es de ellos, la cuidan, la custodian y la resguardan con un ejército de fieles e irreflexivos pastores, entonces cuando algún cordero quiere tener parte de esa propiedad, de esa riqueza de la cual fue su verdadero artífice y constructor, los lobos y su sistema lo acusan de usurpador, ladrón y vago.

Ahora, vuelve a preguntarse el cordero, ¿quién es el verdadero ladrón?. ¿Acaso el simple cordero-trabajador ya sea agricultor, albañil, zapatero o panadero que día tras día construyen riqueza para otro,  a cambio de un mísero salario de subsistencia? ¿O aquel que pagando migajas va acrecentando su capital, su riqueza?

El cordero-minero que gana su pan en las entrañas de la tierra, sin ver el sol, el que puede morir de un momento a otro víctima de una explosión; el cordero-limpiador de vidrios de edificios que deambula colgado que puede caer y hacerse mil pedazos; el cordero-marinero quién conoce el día de su partida pero ignora si llegará a puerto. Un buen número de corderos-obreros contraen enfermedades fatales durante el ejercicio de su oficio, se agotan, se matan para crear riqueza  para esos lobos poderosos; y hasta los corderos-gendarmes, los corderos-policías  que por un hueso que les dan a roer, encuentran la muerte en la lucha que emprenden contra los enemigos de los lobos. Y también los corderos-maestros que difunden la palabra de los poderosos. (Esto no lo entiendo. Es como otra idea)

Ya ven, sólo es un simple cordero preguntón que piensa su existencia escribiendo para que otros corderos al menos lo lean, piensen, se pregunten y hagan lo mismo.

Como dice Chomsky “…se han dedicado enormes esfuerzos en inculcar el Nuevo Espíritu de la época y hay industrias fundamentales consagradas a la labor: relaciones públicas, publicidad y marketing en general, todo lo cual suma una parte enorme del producto interior bruto. Esas industrias se aplican en lo que el gran economista y político Thorstein Veblen llamó “fabricación de deseos”. En palabras de los propios empresarios, la labor consiste en dirigir a la gente hacia “cosas superficiales” de la vida, como el “consumo en moda”. De esa forma la gente puede atomizarse, se pueden separar unos de otros; solo se busca el beneficio personal, y se aleja a la persona del peligroso esfuerzo de pensar por sí misma y enfrentarse a la autoridad…”.

Autores: JUAN JOSE DELIBERTO/ANDRES SIMON

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